Para fines de este debate, existe el país X. En X, hay múltiples recursos naturales y un aparato institucional fuerte, los cuales han sido históricamente tomados por élites que han dejado al país en un estado de enorme desigualdad. Sin embargo, las élites han perdido mucha legitimidad y se ha gestado la posibilidad de una revolución marxista con cierto grado de apoyo popular.
Existen dos formas de liderar la revolución:
El enfoque mariateguista hace énfasis en la base, considerando que el cambio social comienza con la educación y organización del proletariado de forma horizontal. Esto implica valorar significativamente las perspectivas únicas de los individuos, y tomar decisiones en asambleas populares.
El enfoque leninista hace énfasis en la disciplina y el liderazgo jerárquico. Esto implica una toma de decisiones más centralizada dentro del partido y la obligación de los miembros a aceptar las decisiones, donde el individuo pierde relevancia frente al colectivo.